lunes, 17 de junio de 2019

Turismo, Gastronomía

Un tema para compartir....

TURISMO GASTRONOMICO
Licda. Ana María Montero N.
Fotografias: Cruz Ramirez

                  Frutos del mar. Crema original de La Vela de Coro. Edo. Falcón. Vzla.

¿Se podría pensar hace unas décadas el interés de personas que planificaban viajes solo para saborear una arepa rellena con queso de mano en el puesto de comida en una carretera venezolana, disfrutar un ceviche en Lima o un taco mexicano en la capital del país azteca? Podría ser algo inconcebible pero ya no lo es. El alimento se ha hecho notorio en los últimos años lo cual ha llevado a redefinir el concepto Turismo, así como muchos conceptos que se han derivado de él como  ocio, disciplina científica y sus alcances. El siguiente texto aborda parte de esos cambios hasta desarrollar la significación de la comida en este proceso global de la denominada industria turística.


De acuerdo al Feng Shui (Viento y Agua) el cual se centra en la energía yin-yang  (dualidad luz-oscuridad) fundamento en la cultura china,  se establece que las 24 horas del día se dividen en:
8 horas para laborar
8 horas para el descanso y
8 horas para el ocio

Según este fundamento, al ocio no podemos conceptuarlo como vagancia, como pérdida de tiempo. Es un espacio que se debe emplear para el solaz, el recreo, la distracción, el regocijo, la creación, la diversión, la oración, el gozo, en fin para fortalecer el espíritu, la mente  y el cuerpo. La labor, es el tiempo para producir y compartir  y las ocho horas del descanso son para reposar, descansar,  dormir.
Este fundamento se encuentra en casi todas las culturas ancestrales y es vital en la vida humana. Así lo plantea la guarda del sábado o el domingo para los seguidores de la religión judeo-cristiana  o de los viernes para los islámicos.

Precisando conceptos tenemos que:

La labor: (Trabajo)  Es toda actividad humana que transforma la naturaleza y crea a partir de cierta materia dada (piedra, metal, tierra, fuego, madera, etc.) o de pensamientos, generalmente con la ayuda de instrumentos creados por ellos, con la finalidad de producir bienes y/o servicios para sí, sus semejantes u otros seres, generalmente, en forma consciente. 
Descanso: Se refiere al estado de reposo que tendrá lugar luego de realizar una actividad que exija esfuerzo, como  el trabajo, el estudio, una rutina física, entre otras. Sinónimo de tregua, pausa o respiro.
Ocio: (Tiempo libre) Espacio que la gente le dedica a aquellas actividades que no corresponden a su trabajo formal ni a tareas esenciales que impliquen obligación (domésticas, compras, visitas médicas…) Su rasgo diferencial es que se trata de un tiempo recreativo el cual puede ser utilizado a discreción para practica de bailes, deportes o recreación.  Es en este espacio donde se inserta el Turismo.

Se atribuyen dos orígenes a la palabra Turismo: del inglés tourism o que proviene del francés Tour, que significa giro o vuelta. Conceptualmente significa:
      Gente que acude a lugares de interés, visitar amigos y familiares, estar de vacaciones y divertirse practicando deportes, asistiendo a eventos (congresos, festivales, simposios…) o sencillamente disfrutar un entorno natural, cultural o de ambos,  diferentes a su cotidianidad.
      Visitantes que usan todo tipo de transporte: desde ir a pie, en bicicleta, motocicleta, carros, autobuses, trenes, barcos,  cruceros o aviones para llegar a lugares o sitios de su interés.
      Se puede decir que el turismo es una industria que permite intercambiar experiencias mediante la contemplación y el disfrute.

El turismo, en esencia, es un producto de los períodos de paz y prosperidad, cuando grupos de residentes de un lugar se trasladan a otro con fines de conocimiento, distracción y aventura por un tiempo determinado dentro de un mismo país u otros. Es una industria formada por varias organizaciones que se asocian para dar disfrute y solaz a las personas que lo soliciten. De esta forma el Turismo es constituido por un conjunto de empresas que desarrollan un proceso  que tiene como fin facilitar el intercambio de experiencias contemplativas, deleite y conocimientos de los diversos recursos patrimoniales naturales y culturales, tangibles e intangibles, que los lleva a convertirse en fuertes dinamizadores de la economía de un país, región o comunidad.

Para ello, es importante y necesario que los bienes patrimoniales sean tratados adecuadamente a los fines de garantizar que las inversiones a realizar en torno a ellos los conviertan en un activo rentable para quienes inviertan en los mismos. Conservar, restaurar, musealizar y difundir la importancia de dichos patrimonios según su naturaleza y particularidad, permite promover inversiones y generar fuentes de labor constituyéndose esos lugares en centros productivos, beneficiando una comunidad y por extensión a la humanidad.

Integrantes del Turismo:

El turismo está integrado por cuatro elementos fundamentales:

El Turista: Busca experiencia y diversión. Satisfacciones espirituales y físicas. La naturaleza de éstas determinará en gran medida el lugar a elegir para sus viajes. Es un viajero que ocupa un espacio y un tiempo para ocupar su ocio.  Según su capacidad económica y desarrollo social e intelectual puede ser más o menos exigente, pero igual, busca satisfacerse y conocer. Viajar implica para el turista descubrir cosas desconocidas  y vivir experiencias especiales que remiten a un período de creación y vida de otros semejantes.   Como ser humano, requiere atender sus necesidades básicas: comer, dormir y movilizarse además de tener seguridad física y emocional en un lugar diferente a su espacio habitual.
Al disponer de recurso económico, busca optimizarlo, a lo cual agrega su interés para conocer esa otra forma de vida ajena a sus costumbres y de la cual tiene una información básica.   

Comunidad Anfitriona: Es la gente que vive en esa localidad poseedora del valor o bien (cultural o natural). De su participación y nivel de conciencia sobre ese bien, depende generar para sí un mayor bienestar.  Es quien recibe al visitante y lo reconoce como semejante. La comunidad debe estar suficientemente enterada del valor de su patrimonio como legado y reconocerlo como un activo económico que le puede generar bienestar.  En este sentido debe, no solo verlo, sino interpretarlo y entenderlo para así disfrutarlo, cuidarlo y poder compartirlo.
La Comunidad anfitriona debe estar igualmente clara de sus valores y del hecho que estos son cambiantes, más debe saber priorizar su herencia histórica, ambiental, tradiciones, ciencia y técnicas, exigiéndose un alto nivel de formación y educación.

Los proveedores: Proporcionan bienes y servicios a través de sus negocios en forma oportuna para obtener utilidades y generar empleos e impuestos al Estado.  Aun cuando pueden surgir de la propia comunidad anfitriona emprendedora, también está integrado por agentes externos quienes suministran insumos básicos que facilitan el servicio que se presta al turista: transporte, alojamiento, alimentación, seguridad  y otros: Agencias de viajes, autobuses, taxis, hoteles, posadas, restaurantes, puestos de comida, mercados, centros de producción agropecuarios, centros comerciales,  productos artesanales, servicio de guías, museos, centros de atracciones, organización de eventos, servicios bancarios, seguridad  y toda la viabilidad para apreciar  los sitios patrimoniales.

El Estado (Representado por los gobiernos locales, regionales y/o nacionales, cuerpos legislativos y judiciales) Vigilan y coordinan a los demás integrantes del sistema turístico. Dicta políticas y normas para fomentar la generación de divisas y bienestar a todos.  En el plano interno su labor debe estar orientada a fomentar la formación y educación que sobre su propio PATRIMONIO requiera la comunidad anfitriona.  Igualmente debe legislar y normar todos los procesos para garantizar el acceso, seguridad y movilidad del turista, a los fines de promover el sector, multiplicar las visitas y proteger los Patrimonios. El Estado debe fomentar la inversión en obras de infraestructura (vialidad, seguridad y promover la inversión de sectores privados en él área, aligerando procesos administrativos que estimulen su crecimiento y durabilidad, garanticen el ingreso de divisas, así como su justa distribución para el bienestar colectivo.

Ubicación del Turismo en la estructura económica.

Como integrante del sector económico (servicios) El turismo oferta bienes con un profundo significado impalpable, inmaterial. De tal manera: un vendedor de perros calientes o hamburguesas, no solo oferta este producto: un pan con salchichas o carne, sino también atención, calidad del producto, limpieza y un ambiente agradable, y esos elementos no pueden ser tocados, sino “apreciados” o “sentidos”. Ello implica que este sector deba atender cuatro aspectos básicos:

Intangibilidad: En el negocio turístico, no solo se vende un bien físico, sino experiencias.

Indisociabilidad: propietarios, administradores, trabajadores y clientes deben estar en igual sintonía. No se puede ofertar una posada paradisíaca frente al mar, si lo que está construido es pésimo o el personal no está capacitado.

Variabilidad: Los servicios se producen y consumen al mismo momento de servirse, por lo cual un día puede hacerse bien y otro no. Esto exige capacidad y paciencia.

Carácter perecedero: La gestión de capacidad y demanda es importante para el servicio turístico. No siempre se llena un hotel o se disponen de vehículos adecuados para transporte. La previsión y el buen aprovechamiento de las oportunidades son esenciales.


Componentes Básicos del Turismo.

De acuerdo a su organicidad y atendiendo a las necesidades fundamentales humanas como el comer, trasladarse, dormir, tener un mínimo de seguridad, atracciones el Turismo se ha desarrollado en cinco grandes vertientes:

         Servicios de alimentación: donde se incluyen restaurantes, mercados populares, supermercados, puestos de comida ambulantes, tiendas especializadas.

         Hospedaje: Integrado por los servicios de Hoteles, posadas, viviendas, cabañas o apartamentos de alquiler. También casas particulares donde se oferten habitaciones para ese fin.

         Movilización: Correspondiente a una vialidad optima, aeropuertos, puertos,  servicios de taxis, autobuses, rutas aéreas o marinas bien definidas, agencias de viajes, organizadores de eventos.

         Seguridad y Atención: Legislación clara, servicio policial, hospitalario, atención médica, farmacéutica, entre otros.

         Centros de interés: Centros de distracción: museos, galerías, teatros, parques naturales, zonas históricas o monumentales, eventos.
En síntesis, el turismo se constituye, en función de todos esos fundamentos, en la suma de los fenómenos y las relaciones que surgen de la interacción de turistas, comunidades anfitrionas, proveedores de negocios y gobiernos en el proceso de atraer y atender a dichos turistas y visitantes. Como ya apreciamos es una combinación de actividades, servicios e industrias que suministra una experiencia, una vivencia de viajes para el individuo o grupos que viajan fuera de su residencia habitual. Es también una disciplina que se estudia bajo diferentes métodos o enfoques como el institucional, por producto, por lo histórico, lo ambiental, administrativo, geográfico, sociológico o económico. Es, por tanto una carrera interdisciplinaria y sistémica que se soporta básicamente cuando un valor es reconocido por una COMUNIDAD que lo oferta y comparte convertido en PATRIMONIO.  En este sentido es como se debe manejar el concepto, tan esgrimido pero tan poco comprendido, que tratamos de explicar a continuación:

El Patrimonio es un conjunto de bienes reconocidos por una comunidad o país que tiene un origen natural (creada por la naturaleza)  o cultural (creada por los seres humanos) Ambos tipos de patrimonios pueden ser tangibles, que se pueden tocar o ver, o intangibles, que solo se puedan oír, oler o sentir. En el ámbito natural observamos y podemos tocar a la flora, la fauna, los minerales y a  todo paisaje existente: montañas, selvas, playas, desiertos. Lo intangible, asociado a esos espacios, lo apreciamos en el sonido del viento, del agua, el canto de las aves o el rugir o gruñir de felinos, monos en fin, en todos los sonidos que emite la fauna, como también en los olores de las flores, plantas o los sabores de las frutas del lugar. Mientras que en el ámbito cultural, apreciamos la creación material o tangible humana: sus construcciones (casas, edificios, monumentos) sus ciudades, pueblos, obras de arte, artesanías, muebles, joyas y, en el ámbito intangible, los elementos efímeros: su música, bailes, alimentos, perfumes, su habla. En síntesis, todo que los seres humanos han creado y vivido en un entorno geográfico para su vivencia cotidiana que es diferente aun dentro de cada país y aún más, de cada continente, haciéndolo diferente uno del otro, lo cual fundamenta su atractivo para hacerlo conocer y apreciar ante otros pueblos y aún más dentro de un mismo Estado.                         
                             
El Patrimonio como recurso turístico

Baile de La Turas (Maíz) Mun. Federación. Edo. Falcón. Vzla.

Definidos tales conceptos, es importante destacar que hasta hace poco tiempo, el turismo se había orientado a la explotación del patrimonio tangible: lugares con un alto valor paisajístico: montañas, playas o ciudades con alto valor cultural, históricos o arquitectónicos principalmente. Lugares con culturas diferentes o “exóticas” como (la Ciudad Prohibida en Beijín (China), el Kremlin de Moscú, en Rusia, las pirámides aztecas en México o el Taj Majal en la India,  así como espacios naturales particulares: el desierto del Sahara, la sabana de fauna africana, la selva amazónica. Fueron - y aun son- lugares que tomaron interés en las comunidades con orientación turística  provenientes de países con alto ingreso económico como Europa, Estados Unidos, Australia o Canadá, entre otros. Igualmente, ciudades como Londres, Paris, Madrid o Viena por su monumentalidad arquitectónica e histórica en Europa. Nueva York,  Washington, Montreal, Ciudad de México o Quito en América, marcan una pauta en esta materia, al constituirse en centros de atracción turística de primer orden.

Más  hay que considerar que en los últimos 60 años, la humanidad ha dado un vuelco tras la aparición de nuevos conceptos y formas de pensar en lo que se ha denominado el postmodernismo. Entre ellos, la consideración de la intangibilidad, lo no permanente, lo efímero, toma un lugar preponderante en todos los ámbitos y de ello no escapa el turismo. La consideración al otro como individuo que posee unas costumbres y formas de pensar diferentes obliga a su reconocimiento para entenderlo y satisfacer sus necesidades e intereses y por tal motivo, la necesidad de reconocerse en el otro, a través de la diferencia, se hace pertinente.

Ello ha conducido a que, paulatinamente, otros valores se agreguen a esos intereses y necesidades: de esta forma el reconocer y presentar el arte, la danza, el teatro, entre otros valores locales diferentes como fuente de atracción, así como festividades religiosas ( Peregrinaciones a Lourdes, en Portugal o La Divina Pastora en Venezuela) o carnestolendas como Venecia en Italia o Rio de Janeiro en Brasil y en general todo lo que hace un pueblo diferente de otro: sus costumbre, tradiciones, su comida, todo ello forma parte ahora de la oferta turística.  Lo intangible ha cobrado cada vez mayor valor.

Los nuevos enfoques del turismo

La masificación del turismo como fenómeno humano en los últimos tiempos, ha respondido a esa característica fundamental que tenemos como especie: su diversidad y por ende, la búsqueda de lo diferente. Es un efecto de los cambios paradigmáticos que ya hemos enunciado. Representado en los diferentes gustos e inclinaciones de los humanos el turismo se ha visto en la necesidad de estudiar, analizar  y atender a esa diversidad que se organiza para ofertarse en nichos a segmentos interesados por un lugar, eventos o actividades particulares. Ello ha generado  una alta variedad de destinos  que se inserta en los tipos de turismo ya desarrollados e incorpora nuevas ofertas de diversión y entretenimiento para responder a esos segmentos que cada vez exigen más calidad y atención a sus intereses y necesidades. Visitar ahora, a manera de ejemplo un balneario, no es suficiente si solo se ofrece un buen hotel, espacios acondicionados para disfrutar la playa o una alimentación “internacional”. El turista busca conocer algo diferente a lo que le es usual, en ese espacio ajeno a su entorno cotidiano donde se encuentra.

Ya no basta ver los elementos tangibles y permanentes  que allí existen, busca algo más que solo ofrece la intangibilidad, lo efímero: lo que se siente, se oye, se huele o se gusta y es diferente a lo que le es habitual. Hasta ahora se involucraban todas esas experiencias  en lo que se denominaba turismo cultural: la danza o el baile como el ballet clásico o el tango, organizándose eventos en temporadas altas para permitir acceder al espectáculo, se organizaba este en función de la demanda.  Ello le quitaba originalidad a la actividad, lo cual se percibía como espectáculo y no como un evento natural, espontáneo, que es lo que muchos segmentos hoy buscan.

Se requiere entonces un nuevo enfoque, que es lo que mueve a ese sector, cada vez más numeroso y exigente, entre lo cual destacan los interesados en el avistamiento de aves, apreciar la floración de algunas especies que solo se da en una época especifica del año o la degustación de alimentos, algunos de los cuales solo se perciben en temporadas ajustadas a un tiempo o a un espacio puntual.

Un nuevo nicho: el gastronómico:

Destaca, entre estos nuevos nichos del turismo, el aspecto gastronómico, que luego de estudios llevados a efectos por la Organización Mundial del Turismo, está cada vez cobrando fuerza. De esta forma, en una encuesta llevada a efecto por esa organización en 2016 se determinó que entre los tres nichos que más solicitan los turistas se encuentran, en este orden: descubrir la naturaleza, luego la cultura tangible del lugar visitado y en un tercer lugar: la comida local. Lo que se consume en ese país o lugar. Su gastronomía.

Los turistas que visitan un país  no están interesados en la comida “internacional”  que les puede hacer ver como si estuvieran en su casa. Ellos vienen a compartir y degustar lo que se prepara en el lugar al cual visitan, diferente a su cotidianidad.
“Nuestra comida es fruto de nuestra tradición cultural, de la tradición cultural de cada grupo humano, de cada pueblo. Y por ello  cocinamos, comemos, compramos, conservamos e incluso digerimos de formas diferentes. Pero cada uno de estos procesos responde a formas distintas de ver la vida y el mundo”,
según lo refiere Joan Santacana, investigador español. Esta particularidad es lo que hace atractivo  un lugar para que un importante segmento del sector turismo se decante por ese valor intangible.

“Los humanos comemos de todo, desde rocas como la sal, hasta secreciones rancias de glándulas mamarias como el suero o el queso; desde alimentos  fermentados a crudos como el vino o los vegetales. Sin embargo  hay pueblos que jamás comerían un insecto y que hacen retirar un plato del restaurante si hay un insecto dentro; en cambio, para otros, los insectos son lo más deliciosos que se puede comer. Otros son comedores de carne cruda, la misma que provoca asco a los que la prefieren muy cocida; hay grupos humanos que abominan del pescado, mientras que otros viven de él; igual ocurre con el cerdo o con los vegetales. Pero aun cuando comemos de todo, no todo lo comemos de cualquier forma: Diferimos también en la ritualización de la comida”. (Santacana) Cada país y aun cada región de cada país tienen una forma, un rito, una especificidad para consumir sus alimentos. Esa diferencia es la que muchos quieren conocer por lo cual la debemos nosotros reconocer, estudiar y valorar para poder ofertarla como elemento de identidad local, diferente y única.

Desarrollar el turismo gastronómico implica  desplegar estudios sistemáticos y serios  acerca de  las costumbres y tradiciones durante el desarrollo de la alimentación en una o varias regiones de un país, para soportar e impulsar  su conocimiento y aprovechamiento, no solo con el fin de hacerlo interesante para el visitante, sino también para fortalecer el patrimonio alimentario local. Se ha hecho notorio como se han venido perdiendo productos y muchas tradiciones culinarias, constituyendo tal hecho ahora una oportunidad para su rescate y puesta en valor como patrimonio intangible.

La existencia de pequeños o grandes restaurantes, fijos y/o movibles, que se especializan en la comida local con fines turísticos se está haciendo notar en países como Colombia, Perú o Ecuador, especialmente las relacionadas con las regiones costeras, amazónicas o propias de las zonas montañosas. Consumir las diferentes variedades de maíz en las formas y preparaciones allí conocidas o el Cuy (pequeño roedor propios de estas regiones) constituyen todo un atractivo para los miles de visitantes  que anualmente ocupan sus espacios en tiempo vacacionales o durante algunas temporadas el año.

10 pasos para desarrollar un turismo gastronómico:

De Acuerdo a Sumito Esteves, Chef, docente, investigador y difusor de la cocina venezolana, para desarrollar el turismo gastronómico en una región o país se requieren 10 pasos fundamentales:

1.- Describir los productos que da el entorno de ese país. La preparación de los platos con tales productos. Y que se hacen representativos de esa región o país.

2.- Proteger legalmente aquellos ingredientes o preparaciones que sólo se dan de manera perfecta en una zona geográfica específica y, por lo tanto, merecen ser registrados legalmente para evitar imitaciones fraudulentas.

3- Desarrollar un calendario de Festivales Gastronómicos. Tres son los tipos de festivales que, a su juicio, se deben planificar, respetar e incentivar:
-       Los de carácter popular, que casi siempre giran alrededor de una receta particular o de un ingrediente en una época específica del año;
-       Los que tienen su eje en el concurso del evento y
-       Aquellos en los que el gremio de oficiantes actúa en conjunto. 

4.- Reconocer los autores (dar nombre y apellidos). Toda obra cultural tangible o intangible es humana, individual o colectiva. Son ellos los garantes de conservar ese patrimonio gustativo. Quienes mejor lo elaboraron, los que estudian, promueven y mejoran esos platos y por último los investigadores  y difusores de este patrimonio.

5.- Reconocer este patrimonio, difundiéndolo y hacerlo apropiar por las comunidades donde se ha originado ese bien. Caso de la Arepa (Venezuela) o el Mote (Ecuador)

6.-Sustentabilidad.  No solo apreciado en el aspecto económico o social, también es fundamental contemplar los efectos que puede tener en el plano ecológico o ambiental y cultural.

7.- Observar la estacionalidad. Entender que hay un tiempo para todo y eso incluye el tiempo para cada fruto o producto que no siempre se desarrolla en el tiempo que se quiere sino cuando le corresponde madurar. Saber aprovechar este recurso ambiental es básico para establecer esa diferencia que se apreciaba en la elaboración de las comidas hasta hace casi un siglo.

8.- Documentación. Fundamental es recopilar la información sobre las recetas que se han elaborado en el tiempo en una región o país. Es una labor que corresponde a Chefs, historiadores, antropólogos,  periodistas. Investigadores de la cocina en general, para dar basamento a la gastronomía que se busca potenciar como Patrimonio.

9.- El Lenguaje. “Entender que existe una forma de expresión técnica que también puede escribirse y que refiere a una manera de ver el mundo” y que es intrínseca a esa forma de ser. Ejemplo: expresar que un pan debe quedar “Tostadito” o el hacer un “sofrito” a decir venezolano o que la carne quede “suavita” como dicen en Ecuador.  

10.- Escoger el plato que identifique al país o la región que pueda ser reconocido internacionalmente: La Bandera Gastronómica o el Logotipo comestible. Ejms: El arroz chino,  el Ceviche peruano o el Taco mexicano. Un plato que permita exportar como recurso cultural al país y lo identifique como tal. Como pueden ser la Arepa y sus rellenos en Venezuela o el Mote o el “Hornado” de Chancho (cerdo) en Ecuador.

El Patrimonio Alimentario y el turismo

Con la globalización, la convivencia de la comida rápida y tradicional puede ser un conflicto. Más la búsqueda del “otro”, lo diferente, lo “exótico” que ha motorizado el turismo sobre todo en los últimos tiempos, abre una puerta grande a este campo. En la actualidad se presentan turistas que buscan el patrimonio alimentario de diversos lugares entre los cuales se encuentran:

ü  Turistas degustadores. (Consumen comida tradicional, mas no como motivo principal)

ü  Turistas gastrónomos. La comida es el motivo principal para su desplazamiento. Siguen rutas gastronómicas de productos tradicionales y lugares asociados a los alimentos (identidad local) tales como:
      Restaurantes tradicionales
      Mercados populares
      Tiendas especializadas
      Museos de alimentos (cacao, café…)
      Centros de producción visitables
      Bodegas y destilerías visitables.

Esta nueva perspectiva abre múltiples posibilidades para impulsar  sistemas productivos que no solo garanticen la seguridad alimentaria local, sino la posibilidad de constituirla en una fuente de ingresos para la comunidad poseedora de bienes gastronómicos que pueden ser potenciados como Patrimonio para su explotación turística. En tal sentido, la comunidad productiva y los hacedores de este bien, deben asociarse a investigadores y cultores para poner en valor este bien intangible el cual puede garantizarles una mejor calidad de vida como fuente de ingresos viables, únicos y permanentes.

Recopilar y resguardar este patrimonio, soportados en nuevas teorías económicas como la Naranja,  que valora la intangibilidad de estos bienes, abre altas perspectivas a este sector. La labor efectiva de los cuerpos legislativos y gubernamentales, hasta ahora atorados por la burocracia y el poco interés e ignorancia de muchos “representantes”, quienes serían unos puntos débiles, exige presionar y hacer se cumpla con la función a la cual han optado, si en verdad se estiman servidores públicos.

El Turismo en la ¿Economía Naranja?

Iván Duque y otros autores colombianos, han propuesto este modelo a través del cual se plantea transformar el Patrimonio (bienes y servicios culturales) en un recurso rentable, que aporte a los creadores y al país, cuyo valor esté determinado por su contenido de valor intelectual. Para los autores, el Patrimonio, la cultura es un recurso que puede generar usufructos a sus creadores y cultores en forma sostenible. Ello Incluye actividades tales como la arquitectura, artesanía, pintura, música, libros, moda, juguetes, los museos y donde ingresa la gastronomía local, elementos que están inmersos en la industria cultural y por ende vinculados estrechamente al turismo.

Asumir el patrimonio como recurso económico implica  cambiar y ampliar la valoración de los bienes culturales, hasta ahora solo signados por la materialidad. La decantación hacia la búsqueda de la intangibilidad, lo que está detrás de las cosas, ha abierto  un camino especial para hacer ajustar las legislaciones y sobre todo, la educación y promoción de los bienes tangibles e intangibles que se poseen. En este aspecto se hace necesario dar una nueva dimensión y valoración al talento, a la propiedad intelectual, la conectividad y la herencia cultural, ya de una forma enunciado por Esteves en el texto citado: reconocer a los creadores, difusores y promotores del bien, patrimonial que han sido menospreciados en nuestras sociedades.

Esa búsqueda de otros elementos que subyacen en los objetos creados por los humanos y la naturaleza como el escuchar una melodía autóctona, apreciar una danza de una comunidad  o simplemente disfrutar de un avistamiento de aves, escuchar su canto, degustar una comida local, son valores que cada vez se aprecian más que estar todo un día expuesto a rayos ultravioletas en una playa.  Es acá hacia donde se enfoca el turismo en la actualidad, ante una demanda cada vez más exigente y consciente de la importancia de la conservación ambiental y cultural que demuestra la diversidad y riqueza de la creatividad humana y de la propia naturaleza. En ello las comunidades y, especialmente, las entidades gubernamentales (El Estado), la Comunidad Anfitriona y los Proveedores de servicios deben enfocarse para preservar sus valores y para atender la demanda de un turismo cada vez más exigente y consciente de la existencia esos patrimonios que tendemos a dejar de lado.

Hacia una nueva ética.

Ello implica un cambio de mentalidad hacia lo que se tiene,  apreciar lo que se posee y cuánto vale para sí mismo y para el otro. Respetar, es la palabra clave, a todos los bienes que se han desarrollado en las comunidades donde generaciones han creado formas de organización y vida particulares que marcan una diferencia, demostrando la amplia capacidad de creación del ser humano, así como la alta diversidad de paisajes en los cuales se han asentado y al cual se han adecuado y potenciado y …en otros casos, lamentablemente, destruido.

Apreciar los principios y los valores que devienen de aquellas sociedades pasadas, para ser respetados por los turistas, pero sobre todo, por la comunidad anfitriona, los proveedores y los funcionarios que representan al Estado, garantes de su permanencia, es clave. Es tiempo de verdaderamente reconocer lo local, ante la demanda global, cada vez más sensible y exigente.


Referencias biblio hemerográficas:

Esteves,  Sumito
Mi país gastronómico en una marca.
Publicado Saturday, March 28th, 2015

McIntosh, Robert, Charles W Goeldner, y J.R. Brendt Ritchie. (2007)  
Turismo: Planificación, Administración y Perspectivas. Editorial  Limusa/Wiley. España.

Santacana, Joan
Un Museo de la Alimentación  Humana.
Publicado 27th October 2012  (Ref. 1 y 2)

Transport. Revista Ecuatoriana de Transporte y Turismo.
La comida ocupa el tercer lugar entre los motivos para viajar
Pág.: 24. Edición de Agosto 2017.



sábado, 12 de enero de 2019

Un tema para compartir....


Envoltorios alimentarios y alimenticios de América.  Algo de su historia.
Licda. Ana María Montero Navarro. Esp/MSc.

La elaboración de envoltorios para alimentos –y como alimento- es una constante en muchos pueblos del planeta.  Constituyen un medio eficaz y eficiente para una comida rápida y para llevar en viajes, al trabajo o para consumir tras una jornada pesada. Destacan entre estos envoltorios  las empanadas, los emparedados, enrollados, pasteles y otros, que según cada país, se reconocen y deleitan.

Iniciemos con la empanada: manjar hecho de vianda cubierta de pan o masa cocida en el horno. Se deriva de la palabra “empanar” que significa encerrar algo en masa o pan para cocerlo al horno. También se define a todo lo que se reboce con pan rallado o desmigajado para freírlo.

Empanar alimentos tiene un origen en el continente euroasiático que se remonta a los persas (hoy Irán) Estos, enharinaban la carne para conservarla y poder trasladarla de un lugar a otro sin mucho sangrado y así evitar que las moscas hicieran de las suyas y acelerara su putrefacción. Invadidos por los árabes, ya conocedores de la técnica del hojaldre, estos desarrollaron el relleno cocido al horno y en sus andanzas de conquista, la preparación llegó a la península ibérica. Donde, derivado ya del verbo castellano “empanar”,  cuya definición ya se indica al inicio de este texto, nació la empanada, que trajeron luego los hispanos a este inmenso territorio que luego se denominó América. 

Lo interesante es que, de acuerdo a la región del continente y según los gustos mezclados que se fueron dando, surgieron variedades de empanadas que no solo integraban diferentes rellenos sino que se le agregó la técnica de la fritura al original horneado y se crearon nuevas formas: ya no solo se empanó con harina de trigo, sino que también con la masa del maíz, de papa y de plátano verde, solo o mezclados a la harina de trigo, creando nuevas delicias de manjar que nos sacia a más de uno el hambre en el desayuno, cena o como comida rápida en el trabajo, un viaje o sencillamente para merendar acompañado de un carato, un jugo o sencillamente un café o chocolate caliente.

La empanada es básicamente la envoltura, que es comible y no tiene relación directa con su forma:  puede tener forma de media luna, cuadrada o rectangular, dentro la cual se coloca el relleno que puede ser dulce o salado y llegan a ser tan populares que pueden definir cada región de cada país del continente.

Las empanadas, ya lo indicamos, pueden ser dulces o saladas. Ejemplo de empanadas dulces las tenemos en la región de Baja California, en México, rellenas con frutas y maíz dulce. Se cocinan horneadas y es una mezcla de harinas de trigo y/o maíz.  También están las de carne, acompañadas con mole, queso, crema y champiñones y son, por supuesto, saladas. 

En Colombia, la empanada se elabora con harina de maíz blanco o amarillo y también con harina de trigo. Su relleno puede ser de carne mechada o molida, pollo o queso.  Hay una empanada interesante en el Valle del Cauca: las de Pipián: cuyo relleno es un guiso realizado con hogao (pescado de rio), maní tostado, huevos duros, papa y coloreado con achiote (onoto).

Viajando más al sur, en Bolivia son famosas las empanadas Salteñas, envueltas en hojaldre y horneadas.  Están rellenas con papas, carne y arvejas, aderezadas con perejil, ají amarillo y pimienta negra.

Por su parte en Ecuador, son famosas las empanadas elaboradas con maíz blanco (de morocho). También dan uso a la masa de plátano verde, rellenas con carne molida, pollo o pescado. Son famosas las empanadas de viento, que son de queso, el cual una vez derretido se adhiere a la masa y no se observa. Pueden ser fritas u horneadas.

En Ecuador otra forma de empanar vendría siendo el Llapingacho, que es una preparación con masa de papas, onoto y cebolla blanca finamente picada, relleno con queso y el bolón, relleno igualmente con queso o chicharrón de puerco, elaborado con masa de plátano verde.

Argentina es famosa también por sus empanadas que suelen identificarse por el nombre del país. Pero las más típicas son las de Tucumán. Son de harina de trigo horneadas, rellenas con carne de cordero, cabra, pollo o pescado y condimentadas con cebolla de verdeo (en rama) comino, pimentón y aceitunas enteras, con o deshuesadas. 

Las empanadas chilenas por su parte también se elaboran con harina de trigo y son horneadas, rellenas de carne picada de res frita, huevos duros, aderezada con cebolla, comino, aceitunas negras y uvas pasas.

En Venezuela, son elaboradas con masa de maíz y fritas, su relleno suele ser de carne mechada o molida, pollo, pescado, queso o caraotas (frijol negro). Se aderezan con cebolla blanca, pimienta, onoto, pimentón y cilantro o perejil. San famosas las empanadas de cazón, un escualo (Galeorhunus galeus) en el oriente del país (Margarita o Cumaná) así como las de atún y raya. 
En la región central son famosas también las de pabellón: cuyo relleno es una mezcla de carne de res, caraotas, plátano maduro frito y queso. Los rellenos que se hacen envolviéndolos con harina de trigo se denominan, por lo general, pastelitos. Diferenciando así, por el tipo de masa envolvente, las empanadas y los pastelitos, de los cuales son famosos los “maracuchos”, de Maracaibo. Edo Zulia, que suelen ser de queso, carne o pollo.

Emparedados

Emparedar significa lonja de una carne u otra vianda colocada entre dos pedazos de pan, mientras que enrollar significa envolver una cosa en otra o alrededor de sí misma, envuelto, que se deriva de envolver, define  algo que cubre a otra y la rodea, como la tortillas de maíz o las crepas que cubren algunos rellenos. Son términos muy utilizados para definir cierta preparación de alimentos, por lo general, para consumo rápido.

El emparedado que mejor conocemos es el derivado del Conde de Sandwich, Inglaterra. Quien, para no dejar el juego, al que era básicamente un adicto, ordenaba colocar un trozo de carne dentro de una hogaza de pan. Luego esa carne se sustituyó por jamón y/o queso, agregándole lechuga, tomates y aderezándolo con mantequilla, mayonesa, salsa de tomate y/o mostaza.  Popularizándose mundialmente. El sándwich (sanguche o sanduce) que hoy conocemos se hace básicamente con pan en rebanadas o partido en dos, relleno con jamón y/o queso solo o con  tomates en rodajas frescos, al cual se le puede agregar lechuga u otro vegetal.

La famosa hamburguesa (de Hamburgo, Alemania) es otra forma de presentación del emparedado.  Se caracteriza por agregar al pan redondeado un relleno de carne molida en forma de tortilla, aderezada con sal y pimienta.  Suele agregársele lechuga, tomate y queso. Así como salsa de tomate (cátchup) mayonesa y mostaza al gusto.

Perros Calientes (Hog Dog) En un pan alargado, se incorpora una salchicha. En estos países a esa preparación básica en el norte a la cual solo se le agrega salsa de tomate, se le suele incorporar repollo verde finamente picado, cebolla, zanahoria rallada, queso rallado y papas fritas picadas incorporándole además salsa mayonesa, de tomate y/o mostaza.

De Japón hemos incorporado más recientemente al Sushi, un pequeño emparedado de arroz relleno de vegetales, pescados o frutos del mar (camarones, pulpos…) finamente triturados casi formando una pasta que se consume sumergiéndolo levemente en salsa de soya.

También es una herencia hispana y a su vez debe derivarse de otros espacios del continente Euroasiático,  los enrollados de hojaldre rellenos de crema, chocolate o mermeladas de frutas que consumimos dulces.

Los envoltorios alimentarios en Venezuela.

En Venezuela la arepa rellena es un emparedado muy común con carnes de todo tipo, embutidos, huevos, quesos, vegetales y frutas como la palta o aguacate. Más un emparedado famoso es el
Tequeño.  Originario de la zona central del país, específicamente de la ciudad de Los Teques, estado Miranda cerca de Caracas.  Su cubierta es una masa de trigo que envuelve a un trozo pequeño y alargado de queso duro que se fríe y es muy utilizado para brindar en fiestas y agasajos.  Otra variedad de relleno, más reciente, es el chocolate o la salchicha. Se consume solo o mojado en una salsa verde elaborada con cilantro, perejil, pimentón verde frescos, cebolla de verdeo (en rama) finamente picada y aguacate (palta) con sal, aceite y pimienta al gusto: la popular Guasacaca.  Igualmente se le consume con salsa rosada (una mezcla de mayonesa, salsa de tomate y una pizca de mostaza).

Pan de Jamón. Tradicional de la época decembrina. Es un pan preparado de trigo, relleno con jamón, aceitunas y pasas que acompaña al plato navideño con la tradicional hallaca o pastel de maíz la cual no entra en esta consideración al no ser su envoltura de hojas de plátano consumible.
Si se incluyen si los famosos “Bollos Pelones”, una bola mediana o pequeña  elaborada con masa de maíz, rellena de carne molida o mechada principalmente, cocido en agua.  Es un plato muy gustado servido con una salsa elaborada con tomates, cebollas blancas y pimentón fresca, rehogada en aceite, sal, orégano y limón.

Patacón. Tradicional de la región zuliana,  elaborado con plátano cocido que puede ser maduro o verde. El mismo es aplastado y sobre el cual se le coloca carne mechada, de res o pollo, queso rallado y tomates maduros y se cubre con otro plátano formando una especie de emparedado.

Un sándwich que gusta mucho es el elaborado con jamón endiablado (diablitos), enlatado de jamón molido aderezado con pimienta, ajo y aceite que se unta sobre una rebanada de pan y en la otra se le unta queso derretido o en lonjas finas, preferible tipo cheddar.  Algunos son enrollados a manera de un sushi para ser servido como entremés o refrigerio en reuniones sociales o paseos.

Son alimentos ligeros y de fácil preparación que se consumen libremente pero que su abuso como alimento, especialmente si están saturados de salsas o los vegetales no son tratados debidamente, pueden ser perjudiciales para la salud, constituyéndose en “chatarra”. Se recomiendan consumir espaciados y acompañados con jugos naturales o frutas frescas.   


Referencia: ¿Vamos por una empanada? Revista Avianca, Julio 2017 Nª 50. Pgs:80-81.